- ¿Quién es ella? – pregunta con calma el psicólogo John.
Me causa gracia que siempre la juzgué como una loca y ahora soy yo la que esta en el diván.
- Interrumpo algún pensamiento Landa – pregunta algo irritado John.
- Pues últimamente muchos lo han hecho.
- No crees que te pierdes mucho en tus pensamientos.
- Sí, día con día lo hago igual que él.
- Tratas de ser como él.
- Sólo trato de sacarla a ella de la mente de él.
- Mi querida Landa. Veras… ella ya no existe.
Me molesta tanto su actitud me trata como una neurótica, es preferible salir de ese tétrico lugar.
- Me marcho.
- Antes de que te vayas toma esto, te servirá ya que después de todos estos meses sé que algo no está bien, me preocupan ciertas tendencias que muestras. – lo dice mirándome como bicho raro a través de esas gafas tipo Woody Allen.
Salgo hecha una furia y es obvio que tengo que deshacerme de esa tarjeta de lo que pretende ser un psiquiatra, John no sabe lo que pasa por mi mente.

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