Le jour qui m'attend c'est le jour qui se rêve.


Estoy en clase de Administración de ventas, el proyector tiene una diapositiva de potencial de marketing, algunos de mis compañeros no están prestando atención y yo… 
estoy aquí escribiéndote un juego.

Ya que mis últimos relatos son escritos para nadie y para todos. 
NOTA: (si no entiendes esto, ve a la entrada anterior).

Mi juego es muy simple, dependerá de ti si lo tomas o no (eso nunca lo sabré yo). Dejaré algo escrito aquí, un poco cursi, un poco triste, un poco de mi… tú sabrás si lo tomas dedicado a ti.

Te he escrito tantas cosas, te he pensado a todas horas y otras tantas te he desgastado en mis más profundos sueños. Intento acariciarte con las más dulces y melancólicas letras que puedo brindar, me pregunto si aún necesitas de mí, si esas ansias locas que tenías de abrazarme existen todavía, repaso en mi mente cada frase que tenga que ver contigo. Buscaría sin duda un lugar en el mundo donde pueda escapar de esta pequeña  historia, pienso que tú podrías ser como los asesinos que vuelven al lugar del crimen, así que la idea de que vuelvas a mí no es tan descabellada o al menos eso quiero creer. Me encantaría que algún día nuestras vidas se fundieran en un único proyecto en común, aunque fuera por unos instantes. Ahora no se si hago bien escribiéndote, pero sabes que cuentas con la chica de la sala de espera, la misma de las ilusiones plasmadas en Utopía Freak…

*Pido disculpas a Ro, ya que algunas de sus frases fueron de inspiración, de aquellas cartas que tiempo atrás mandó. También a cualquiera que sea el lector, por tan dramática o cursi parrafada, es que es un momento de introspección o de locura momentánea. 

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